La relajación y el sueño, son tan importantes como la estimulación para el crecimiento, desarrollo y aprendizaje de tu hijo. Ayúdalo a sentirse tranquilo antes de dormir durante el día y la noche.
Durante el sueño se realizan procesos de reparación y regeneración de la mente y el cuerpo, para los bebés y niños que están en pleno crecimiento, los ciclos de reposo y de sueño son igual de importantes como una buena alimentación y el movimiento o ejercicio físico, fundamentales para el bienestar, el desarrollo emocional y cognitivo.
La importancia del sueño y el descanso:
- En los momentos de descanso es cuando tu bebé asimila lo aprendido durante el día.
- En las fases de sueño profundo se produce la hormona del crecimiento, la cual es indispensable para lograr su peso y talla adecuados.
- Al dormir convierte las calorías en energía y crea defensas ante enfermedades.
- Un bebé estresado genera adrenalina que le impide concentrarse para aprender nuevas habilidades y percibir la información que le rodea.
- Un niño necesita aprender a tranquilizarse por sí mismo y estar solo en ratos para conocerse y ser autónomo. Por eso enséñale a “bajarle tres rayitas” a su energía y su interés por explorar el mundo cuando se acerque el momento de dormir, ya sea en el día o durante la noche. Esto es parte de los hábitos saludables de sueño y descanso que necesita recibir desde recién nacido.
Consejos para relajar a tu bebé:
- Al menos una hora antes de llevarlo a dormir, ve bajando la intensidad de sus actividades y suspende el juego que implique mucho movimiento. De lo contrario, podría sentirse dispuesto para seguir jugando y muy interesado en otras cosas, en lugar de hacer una pausa.
- Darle un baño antes de cenar lo tranquilizará y le avisará que se acerca la hora del descanso.
- Dale un masaje suave y relajante con crema o aceites esenciales de lavanda.
- Vístelo con un traje de dormir cómodo y ligero. No lo cubras de más ni sobrecalientes su cuarto, pues así no logrará sentirse a gusto ni dormir profundamente.
- Procura hacer todo con calma durante estos momentos de relajación para que le transmitas tranquilidad y armonía. Si tú estás estresada o ansiosa para que se duerma pronto, él lo percibirá y podría sentirse inquieto.
- Crea una atmósfera relajante con iluminación baja o media luz. Cántale temas de cuna o melodías que lo tranquilicen. Una luz de baja intensidad, colocada de modo que no apunte directamente sobre el niño, lo hará sentir seguro si se despierta.
- Antes de ponerlo en su cuna o bouncer (si es que va a tomar la siesta), cargar a tu bebé o portearlo (cerca de ti con un fular o rebozo) es muy recomendable para que se relaje y pueda conciliar el sueño. Cuando no puedas dormirlo contigo o porque así lo quieres, déjalo en su cuna y despídete de él una vez que esté a punto de dormirse, a fin de que aprenda a relajarse solo y no dependa de alguien para conciliar el sueño.
- Cuando logre sentarse sin apoyo y ya sea más grande, dale un espacio personal de relajación como un pequeño asiento reclinable para diferentes momentos del día, en donde pueda mirar sus libros de dibujos o sus películas favoritas.
Acompaña y prepara a tu bebé antes de cada siesta y antes de dormir, para que tenga dulces sueños y recupere la energía. Sigue tu instinto y trata de descansar también mientras él duerme para que te repongas y te encuentres de buen humor, sobre todo durante las primeras semanas de vida que a veces suelen ser agotadoras. Vive intensamente cada etapa de tu bebé ¡Felicidades!
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